Tyrannosaurus fue un predador gigante de brazos muy pequeños, con sólo dos dedos y restos de un tercero. Las caderas, piernas y cola compensaban el peso de la enorme cabeza, sostenida por un cuello grueso y musculoso. Los dientes tenían forma de banana, aspecto robusto y gran tamaño, lo que hizo suponer a algunos paleontólogos que era carroñero.