Carnotaurus tenía sobre los ojos gruesos cuernos que, en vida, estaban cubiertos por una funda de cuerno, material semejante al de las garras. Es posible que fueran más grandes en los machos. La buena preservación de sus restos incluye los moldes de la piel. Estudios preliminares la comparan con la de los camaleones, por lo que se propuso que podían cambiar de color.